Las reuniones entre los productores y los procesadores de leche no terminan de cuajar, pese a que se iniciaron desde hace varios días.

Los ganaderos de los departamentos de El Paraíso y Olancho han mantenido tomas de carreteras y suspendido la entrega de leche a los procesadores, mientras que en Yoro, los lecheros han aumentado la cantidad de alimento que es distribuida entre la comunidad.

Su petición es que el precio de cada litro de leche sea aumentado en al menos dos lempiras; sin embargo, las negociaciones no han sido llevadas a su término o quedaron inconclusas.

Las encuestas realizadas sobre el sector ganadero, apuntan que en 2008 el hato hondureño llegó a 2.5 millones de cabezas, en 1999 era de un millón 700,000 cabezas, una cifra mucho menor a los 2.1 millones que se habían registrado en 1993, lo que se atribuyó al paso del huracán Mitch.

Los informes oficiales detallan que la cadena de valor de ganadería está compuesta por un 30 por ciento de vacas en producción, 24 por ciento terneros, 19 por ciento de vacas secas, 20 por ciento de vaquillas, tres por ciento de toros y tres por ciento de sementales.

El estudio señala que la venta de leche representa el 59 por ciento de los ingresos y la segunda fuente de ingresos es la comercialización de ganado para carne que constituye el 15 por ciento.

La región sur está considerada como la de mayor rendimiento promedio con 5.5 litros diarios por cada vaca. En segundo lugar se ubica la parte occidental con 5.4 litros y la zona oriental aparece con un rendimiento de 4.9 litros.

De acuerdo con un documento de la Secretaría de Agricultura y Ganadería, la generación de empleo remunerado es de cerca de dos puestos por cada explotación, con un pago promedio de 130 lempiras al día.

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También se ha hecho notar que solamente el 17 por ciento de los ganaderos mantiene crédito con una institución formal o informal. El 34 por ciento tiene créditos por montos menores a 100,000 lempiras; el 25 por ciento reporta préstamos entre 100,000 y 300,000 lempiras; y el 14 por ciento ha adquirido cantidades superiores a los 300,000 lempiras.

Los expertos han manifestado que en los últimos años el entorno ha cambiado drásticamente, tanto por causas naturales como por el accionar humano. El primer cambio es la reducción del área forestal que conlleva un alto impacto negativo en la actividad ganadera.

Por el momento, la lucha de los ganaderos está centrada la revisión del precio del litro de leche que es proporcionada a los procesadores y no tanto en la reactivación del sector.

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