A pesar de registrar una reducción en la tasa de homicidios, Honduras continúa liderando como el país más violento de Centroamérica, según reveló el último informe "Estado de País 2024: Seguridad y Justicia" presentado por la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) este martes.

El estudio de la entidad destacó una disminución del 17% en los homicidios con un total preliminar de 3,055 casos en 2023, unos 600 menos que en 2022, sin embargo, la tasa de homicidios de 31.3 por cada 100 mil habitantes mantiene a Honduras en la cúspide regional en términos de violencia.

Además, el informe arrojó luz sobre preocupantes tendencias, incluido un incremento del 24% en los asesinatos de mujeres y cifras alarmantes de violencia contra la comunidad LGTBIQ+.

De igual manera, el país se ubica en el penúltimo lugar del índice de estado de derecho en la región, sin mostrar mejorías en el último año, según la organización de sociedad civil.

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Y es que, según InSight Crime, Honduras, con 31.1% en su tasa de homicidios, solo es superado por Ecuador, que registra 44.5%, atenuado en el conflicto armado que atraviesa en los últimos meses.

La comparativa en Centroamérica

Durante una conferencia, representantes de la ASJ reconocieron la disminución en la tasa de homicidios como un logro importante, pero subrayaron la necesidad de continuar trabajando arduamente, dado que Honduras sigue siendo el país más violento de la región.

Se señaló que, mientras países como El Salvador (2.4%) han experimentado descensos históricos en sus tasas de homicidios, otros como Costa Rica (17.2%) han visto incrementos preocupantes, lo que subraya la volatilidad de la violencia en la región centroamericana.

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¿Y la extorsión?

A pesar de la disminución en homicidios, la percepción de inseguridad persiste entre los ciudadanos, según la ASJ, exacerbada por un aumento en casos de extorsión y una confianza menguante en las instituciones de justicia de Honduras.

Asimismo, el abuso sexual infantil se mantiene en niveles críticos con más del 80% de los casos sin denunciar, y de las pocas denuncias presentadas, solo el 10% llega a resolverse, evidenciando una preocupante impunidad.

Por otra parte, los desafíos enfrentados por el sistema de justicia en 2023, incluyendo huelgas de fiscales y críticas a las medidas contra la extorsión, han contribuido a la desconfianza en las instituciones y la percepción negativa sobre el apoyo a las víctimas.

El llamado de la ASJ

En respuesta, la ASJ instó a fortalecer la institucionalidad de los operadores de justicia, adoptar estrategias integrales contra la extorsión y la impunidad, y asegurar el respeto a los derechos humanos en todas las acciones gubernamentales.

En ese sentido, la ASJ hizo un llamado a un enfoque más integral y sostenido para abordar estos desafíos críticos en seguridad y justicia.

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