A medida que avanzó la aplicación de las vacunas Moderna, donadas por Israel a Honduras, afloran más denuncias que indignan sobre la falta de equidad en su acceso.

La inmunización, que se supone debió estar focalizada en los médicos, enfermeras y auxiliares que trabajan en salas críticas de covid, se ha extendido irregularmente a personal que no están en la batalla frontal contra la pandemia, pero que han sido incluidos en la lista de los inoculados.

Dirigentes sindicales, secretarias, asesores legales, funcionarios y relacionadores públicos están en la nómina de quienes consiguieron -por influencia- ser inmunizados.

Los responsables de haber tomado este tipo de decisiones, han explicado que sus "protegidos" fueron inoculados porque supuestamente han estado en desarrollo permanente de labores como visita a salas covid, movilización de tanques de oxígeno y  otras tareas de "alto riesgo".

En medio de este episodio que está camino a convertirse en un "escándalo", se ha justificado que la vacunación de un grupo "adicional" de personas ha sido posible, debido a que cada frasco tiene un excedente del compuesto que -al final- se traduce en un rendimiento de 11 dosis y no de 10 como se había prescrito.

El personal de salas de triaje y de estabilización han levantado su protesta, dado que no se incluyó entre quienes recibieron la fórmula contra el covid.

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Los especialistas en salud y funcionarios de los hospitales regionales, particularmente los de Yoro y Atlántida, se han sumado a las recriminaciones que se desprenden de la distribución no muy "transparente" de las dosis de la vacuna Moderna que llegó a Honduras la semana recién pasada.

¿Puede defenderse el hecho que se haya discriminado a la planta de especialistas y técnicos que Sí han puesto su vida en riesgo porque ha estado en atención primaria de pacientes infectados?

Las pocas vacunas disponibles entregadas por Israel tienen que ser administradas a quienes están expuestos a mayor riesgo, han exigido directivos del Colegio Médico.

Asimismo, han advertido que estarán pendientes de todo este proceso, mantendrán una auditoría social y estarán en una línea de denuncia sostenida, ante las denuncias que el medicamento que brinda protección ante el nuevo virus es suministrado a quienes No corresponde.

Esto ocurre cuando también se advierte el peligro de que las vacunas sean traficadas y comercializadas "al mejor postor", conforme ingrese en el país un mayor número de inoculantes anticovid.

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