Son mayúsculos los daños causados por las tormentas tropicales Iota y Eta que se desplazaron por el territorio nacional y que volcaron toda su fuerza en la infraestructura agrícola y en el sistema productivo nacional.
De conformidad con el recuento preliminar levantado por la Secretaría de Agricultura y Ganadería, los fenómenos naturales provocaron la destrucción de al menos 115,000 manzanas de cultivos varios.
Las precipitaciones dejaron mayores pérdidas en los granos básicos y en los rubros de la tilapia, ovicultura y ganadería, subraya el informe elaborado por la referida cartera ministerial.
Iota y Eta echaron a perder 21,300 manzanas de frijoles, 12,500 de maíz, cerca de 8,000 de banano, 1,600 de plátano y alrededor de 60,000 manzanas de cultivo de tilapia. Pero también se han reportado perjuicios en más de 1,200 manzanas de yuca y de papa.
A este saldo negativo se suman alrededor de 3,700 cabezas de ganado bovino y ovino, detalla el reporte de la Secretaría de Agricultura y Ganadería basado en datos preliminares.
En este cuadro se establece, asimismo, que las manzanas afectadas, que no destruidas, rondan las 374,000 a nivel nacional. De dicha área total, 279,000 manzanas corresponden a granos básicos, ajonjolí, banano, plátanos, cardamomo, pimienta, caña de azúcar, cítricos, rambután, camote, yuca, papa, cebolla, tomate, palma africana y papaya.
Las áreas más afectadas se han registrado en la palma africana con 218,000 manzanas; los cítricos con 6,884 manzanas; la caña de azúcar con 35,000 manzanas; el arroz con más de 5,000 manzanas; el banano con casi 7,000 manzanas; el maíz con 2,300 manzanas; el rambután con 1,400 manzanas; y los frijoles con 1,300 manzanas afectadas.
En un grado menor aparecen dañados los cultivos orientales y las siembras de plátano, pimienta, cardamomo, camote, yuca, cebolla, tomate y papaya, dátiles, coco, ayote, melón, sandía, chile, cacao, ocra, ajonjolí y sorgo.
Cerca de 95,000 manzanas de cultivo de tilapia salieron dañadas y más de un millón de litros de leche se echaron a perder, según consta en los primeros informes sobre los efectos de las tormentas Iota y Eta en la agricultura y ganadería a nivel nacional.
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