La clase política no ha sido capaz de generar propuestas creíbles.

En particular, hay una falta de motivación para que los jóvenes, que representan el 48% de la población hondureña, acuda a las urnas.

Los jóvenes constituyen un capital humano al que se ha dejado al margen y que, además, recibe el impacto de la falta de empleo, la pobreza, el rezago económico y el limitado acceso a la educación y a la salud.

Los representantes de este segmento han demandado el surgimiento de políticos que verdaderamente se muestren interesados y comprometidos con dar respuesta a las necesidades de la población, en especial de los jóvenes.

Porque las nuevas generaciones no deben ser consideradas como un conjunto de "individuos de utilería", sino como parte de la conformación de espacios políticos.

Así debe ser, pues los jóvenes pueden inclinar la balanza y ejercer un gran peso en la consulta del mes entrante. Pese a ello, a los jóvenes no se les ha dado un sentido de pertenencia en la actividad política.

Ha surgido un liderazgo de los jóvenes, pero distanciado de los partidos políticos. esto es así, porque no creen que exista un "mejor candidato" a dirigir al país y están convencidos de que la opción es votar por el "menos malo".

El pensamiento predominante entre las nuevas generaciones es que los políticos "no juegan limpio".

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Los jóvenes han hecho un llamado claro: antes de ir a las urnas y pronunciarse por una tradicional filiación político-partidaria o "marcar en plancha", es imperativo evaluar el perfil de los aspirantes, revisar las propuestas de los aspirantes, razonar el ejercicio del sufragio y tener un voto informado.

Los dirigentes de los jóvenes han abogado por que los ciudadanos rechacen todas las manifestaciones de violencia política y los discursos con tinte de descrédito.

En los comicios de noviembre, adquiere sustancia la escogencia del nuevo presidente, pero también toma relevancia especial la emisión de votos para la integración del nuevo congreso nacional. de ello dependerá que ese poder del estado sea "democrático".

Los jóvenes se han pronunciado por tener mayores espacios de participación que estén en consonancia con su derecho ciudadano a ser tomadores de decisión y en sintonía con la apremiante necesidad de que los políticos cumplan con su deber de rendición de cuentas.

Democracia es inclusión, es elegir con consciencia y privilegiar la voluntad del pueblo. y en esto, los jóvenes reclaman un liderazgo y una participación protagónica.

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