La exdirectora de Medicina Forense del Ministerio Público Julissa Villanueva se refirió el jueves 23 de junio al caso de la niña Allison Nahomy Argueta Villalta, de 9 años de edad, quien murió presuntamente tras ser atacada por un perro pitbull en el occidente de Honduras.
Villanueva dijo que antes de haber revelado resultados de autopsia se debió haber valorado una cantidad de procedimientos para no entrar en la especulación, luego que trascendiera que la menor supuestamente presentó indicios de abuso, información revelada por Diario La Prensa.
"De inmediato los investigadores hacen las diligencias y solicitan a la Fiscalía que se facilite el álbum fotográfico con el dictamen preliminar de las autopsias para ir complementando con la información que se tiene", expuso en Radio HRN.
Consecuentemente, agregó que "si hay sospechas de que la niña Nahomy pudo haber tenido indicios de abuso sexual, de inmediato se tuvo que haber investigado si existió maltrato infantil con un barrido radiográfico para ver si la niña no fue maltratada anteriormente de manera sistemática, buscar todo lo que tiene el síndrome del niño maltratado".
Además, Julissa Villanueva detalló que se efectúa un estudio de lesiones, los odontólogos al igual que los veterinarios pueden estudiar las mordidas que presentaba la menor, mientras que Genética Forense trabaja las prendas de la niña, también, buscar los hisopados tomados del cadáver y todos los indicios se complementan para descartar que no exista en ella el maltrato infantil".
Vea: Hondureño estrelló su carro por ir en WhatsApp; al ser requerido 'pensó que estaba en su casa'
Se debe realizar una autopsia muy sistemática, profunda y dedicada para que sea sometida a discusión, arguyó.
En ese sentido, la también viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, dijo que " solo hay un especialista en el área, quien debió haber revisado las autopsias preliminares antes de emitirse un juicio sobre un sospechoso, asimismo que lleguen las trabajadoras sociales a revisar y prevenir más casos".
La versión inicial del caso es que la pequeña fue atacada por su perro pitbull llamado Rocky el pasado 8 de junio de 2022 en su vivienda ubicada en el barrio Las Delicias de Lepaera, Lempira, al occidente de Honduras.
