Un agente de la Policía Nacional de Honduras, que se encontraba en su día libre, fue asesinado a disparos el domingo 28 de agosto en la aldea San Rafael de Comayagua.

El policía fue identificado como Carlos Antonio Flores Bueso, quien estaba asignado a la UDEP-2 de Tocoa, Colón.

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Según versiones de su madre, Roselinda Flores Bueso, su hijo había recibido varias amenazas a muerte por parte del ciudadano Elmer Donaldo Ramos Flores, por lo que ahora se encuentra en proceso de investigación para esclarecer el suceso.

'Era perseguido por sus verdugos'

De acuerdo con información brindada por el señor Jaris Ramiro Soler Escobar, dueño del lugar donde quedó inerte el agente policial, los verdugos del hombre lo perseguían mientras le disparaban por la espalda.

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El hombre que ya iba herido, en un intento por salvar su vida, saltó de la motocicleta en la que se conducía y salió corriendo hacia una finca donde falleció.

De acuerdo con información de Soler Escobar, los homicidas lo amenazaron a muerte si se involucraba.

'Su primo lo entregó a los sicarios'

De acuerdo con declaraciones que la madre del occiso dio a un medio local, el agente fue sacado por un primo, identificado como Melvin Alexander Suazo Flores.

Suazo llegó a la casa de habitación del agente y le pidió que lo acompañara a hacer unos mandado a la aldea Rancho Grande, pero todo era parte del plan, pues los supuestos asesinos lo esperaban para acribillarlo.

Hasta el momento se desconoce el paradero de los supuestos hechores, así como reacciones por parte de la Policía Nacional de Honduras.

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