Una jornada de vacunación caótica contra el nuevo virus se lleva a cabo en el país. Los pacientes han llegado muy temprano a los centros de inmunización, pero el personal de salud lo hace tarde. En otros casos, los ciudadanos se encuentran con que no hay más dosis cuando les toca el turno.

Los mayores problemas se han dado en la capital, donde la peste ha repuntado. El sistema hospitalario público se encuentra en su máxima capacidad, lo mismo las unidades de cuidados intensivos y en los triajes, al menos medio centenar de infectados aguardan todavía por un cupo en los hospitales por su estado delicado.

Profesionales de las ciencias médicas han confiado que no se les ha provisto del suficiente número de vacunas y que las que fueron entregadas solo ajustan para este viernes, a lo sumo.  

¿Quiénes mienten, los doctores o el Gobierno, cuyas autoridades aseguran que Honduras cuenta con 14 millones de dosis para siete millones de personas?

Como una "pesadilla" han definido los médicos la diseminación del virus que causa SarsCov-2. Los enfermos que logran sobreponerse al nuevo virus en los primeros 14 días, presentan secuelas pulmonares que les hace recaer en un estado grave, alertaron los especialistas.

Justamente por este cuadro epidemiológico que prima en Honduras, es que los médicos que cubren posiciones de vanguardia en la guerra contra el nuevo virus cuestionan que el esquema de vacunación esté basado en la aplicación de la primera dosis sin que esté garantizada la entrega del segundo componente.

Esto se ha catalogado como una "temeridad" frente a una evolución agresiva de la pandemia covid-19 que deja más de 254,000 casos y una cifra superior a los 7,000 fallecidos.

Los entendidos han aseverado que en Honduras circula la cepa Delta que antes se le denominaba "variante india" y que se caracteriza por ser más transmisible y virulenta. De hecho, la Organización Mundial de la Salud ha proyectado que ésta será la de predominio en todo el orbe.

No son pocos los expertos que se han atrevido a afirmar que la modalidad "Delta" tiene "de rodillas y contra la pared" a Honduras, a la espera del peor de los escenarios.

Tal advertencia obliga a las autoridades a imprimirle velocidad al proceso de inmunización contra el nuevo virus para alcanzar cuanto antes la cobertura del 70 por ciento de la población.

Lo que sobresale es la falta de planificación y -según los sectores críticos- el afán de obtener beneficio político a las puertas de los comicios generales del último domingo de noviembre.

La población hondureña que ha completado su esquema de inoculación es de apenas 58,000 personas, mientras en Guatemala 150,000 pacientes ya tienen su doble vacuna.

Costa Rica supera los 147,000 habitantes protegidos con dos dosis y El Salvador ya superó el millón de habitantes a quienes se les atendió con el cuadro íntegro de los compuestos contra el covid-19. ¿Hacia dónde va Honduras frente al desafío de contrarrestar la mortal peste?  

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