A pesar de que han pasado más de dos años desde que el covid fue detectado en Honduras, segmentos importantes de la población todavía no han tomado consciencia de que el nuevo virus sigue siendo un real peligro.

Las movilizaciones de Semana Santa pueden pasar una factura alta en términos de una elevada tasa de contagios por covid-19, han advertido los entendidos.

Los reportes de la Asociación de Funerarias destacan que las muertes por el virus que provoca el SarsCov2 han disminuido en 50 por ciento en el presente mes, en comparación con las que se contabilizaron en marzo.

En promedio, tres o cuatro pacientes covid han perdido la vida cada 24 horas en los que va de abril. No se descarta que esta cifra puede incrementarse de manera sustancial como consecuencia de una nueva ola de contagios que se proyecta tras las aglomeraciones en las vacaciones de verano.

Los informes de la Secretaría de Salud subrayan que hasta la fecha se cuentan 421,000 casos positivos y cerca de 11,000 fallecimientos contados desde marzo de 2020. La tasa de letalidad se mantiene en 2.6 por ciento.

En Guatemala, son 837,000 infectados y más de 17,400 muertos; en El Salvador suman los expedientes positivos llegan a 162,000 y los fallecidos superan los cuatro mil.

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Las autoridades de Nicaragua registran 18,400 contagiados y 232 víctimas mortales, mientras que Costa Rica acumula 845,000 casos confirmados y 8,400 personas que han perdido la vida.

En Honduras la detección de casos nuevos y los decesos han disminuido en las últimas semanas; sin embargo, se prevé un repunte para las últimas semanas de abril y el mes de mayo, con el peligro de que la subvariante de ómicron sea dominante en una nueva ola.

Un factor que será clave para afrontar un nuevo torbellino epidemiológico es la vacunación. Las campañas de inmunización deberían de ser fortalecidas con un enfoque corregido.

Los especialistas han enfatizado en que debería de ser obligatoria la aplicación de la cuarta dosis para la población de 60 años y más, ya sea que tengan condiciones que comprometan su salud o no.

Todavía hay un millón de hondureños que no han recibido una sola dosis de la vacuna anticovid. A cuatro millones y medio se les ha colocado la segunda inyección y se estima que sólo un millón 900,000 han completado el esquema con dos dosis y una de refuerzo.

Los hondureños tendrán que aprender a convivir con el virus. El país está bajo el acecho de una nueva ola que plantea la conveniencia de avanzar hacia una campaña de inmunización más agresiva y mejor focalizada, sin olvidar la tarea pendiente de mejorar el sistema sanitario público, siempre en cuidados intensivos.