Un joven de 22 años identificada como Michelle Suárez Arcila, madre de una niña de 3 años se sometió a una cirugía estética para cambiar algunas partes de su cuerpo que no la hacían sentirse bien.
La joven decidió hacerse un aumento de glúteos y a una lipoescultura. La intervención completa parecía haberse desarrollado con normalidad y al día siguiente recibió el alta en la ciudad colombiana de Cali.
Una vez que la joven ya se encontraba en recuperación en su vivienda empezó a sentir molestias, tal y como relata su madre en medios internacionales.
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Se desmayaba después de la cirugía estética
Según su relato, la joven tuvo desmayos en siete ocasiones. "Ella se me vino a empeorar como a las 12:00 de la noche y empecé a llamar a los anestesiólogos y ninguno me contestaba, hasta que a las 3:00 de la madrugada me contestó uno. A ella se le inflamó una nalguita, sentía mucho dolor y se me desmayó como siete veces. A lo último se me estaba quedando".
Su madre además denunció que el equipo médico nunca le llegó a dar confianza porque ni siquiera atendió a la joven en persona ni le hizo exámenes médicos previos.
"Yo no estaba de acuerdo en él la operara porque yo lo veía como muy inexperto. La entendió por teléfono, no la vio personalmente y le mandó unos exámenes y no le mandó electros. A ella le dieron tres infartos", dijo la señora madre.
Ante este caso, la Administración Distrital de Cali ha cerrado temporalmente la clínica en la que se realizó la intervención.
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