"Parecía que estábamos en una guerra, el sonido trepidante del viento arrancando techos, árboles y postes", es el relato de Edgard Ayesta, uno de los tantos damnificados en Nicaragua tras el devastador paso del huracán Iota, que impactó el Caribe del país como un poderoso fenómeno de categoría 4 la tarde del lunes (16.11.2020).

En Bilwi, en el Caribe nicaragüense, sus habitantes caminan desolados entre los escombros dejados por la furia del huracán Iota que acabó por destruir lo que se pudo salvar hace dos semanas tras el embate de Eta, otro poderoso huracán categoría 4 que ingresó el 3 noviembre y que acabó con todo lo que encontró a su paso.

En las calles de este humilde municipio del país centroamericano donde la mayoría de su población es de origen misquito, las casas de madera desaparecieron y en su lugar el mar dejó toneladas de suciedad, piedras, trozos de árboles y de lanchas, pues es una zona que sobrevive de la pesca.

"No quedó nada, el huracán se llevó todas las casas que estaban en la costa", comentó, por su parte, Esteban Moore a Prensa Libre de Guatemala, cuya vivienda fue arrasada por el Iota y ahora no sabe cómo hará para construir otra.

El huracán Iota destrozó casas, arrancó árboles e inundó carreteras en su paso por Nicaragua.

Mientras que David Muller, vecino del barrio El Muelle en Bilwi, contó que Iota "fue como una película de terror, llovía intenso y el viento golpeaba fuerte hasta que levantó parte del techo, pero la casa de concreto resistió la embestida. Hubo mucho miedo".

Tras el paso de Iota por Nicaragua, las calles lucen desoladas, algunas personas salen a recoger entre los escombros trozos de madera a salvo y láminas que sobrevivieron a los destrozos, mientras las ciudades permanecen sin electricidad, agua e Internet y aisladas del resto del país.

Iota se degradó el miércoles en depresión tropical en su llegada a El Salvador en donde ya cobró la vida de una persona, tras haber dejado graves daños e inundaciones en Honduras, donde seis personas murieron, cinco de ellas de una misma familia, y otras seis víctimas se registraron en Nicaragua.

Vea además: Saturación del suelo está arriba del 90 por ciento debido a las lluvias dejadas por Eta e Iota y se prevén derrumbes, según Copeco