El domingo (22.08.2021) volverán a enfrentarse Motagua y Olimpia en un clásico, y con la posibilidad que unos pocos miles de privilegiados puedan apreciarlos desde algún sector del estadio Nacional de Tegucigalpa.

Esos aficionados tendrán la responsabilidad de respetar las medidas de bioseguridad aprobadas por las autoridades y aceptadas por la Liga, los clubes y la propia Federación Nacional de Fútbol de Honduras (Fenafuth).

Ese autocontrol deberá acentuarse este domingo, tras las advertencias transmitidas a los clubes Olimpia y Marathón, que en las últimas fechas excedieron el límite de aficionados.

Y, en este sentido, resulta fundamental señalar a las instituciones y a sus hinchas como aliados en la responsabilidad. El irrespeto a las normas, si vuelve a apreciarse, también es compartido.

Porque tal vez el simpatizante de un club concurra al estadio con la mejor intención de mantener distancias y cumplir con los requisitos, pero será inevitable la masificación, si el club pone a la venta más boletos que los correspondientes al 20 por ciento de ese sector del inmueble.

La confusión, las advertencias y los rechazos a tales amonestaciones, se producen porque una vez más, la improvisación fue el resultado de la ansiedad y de la necesidad.

Es clave que, para mantener la situación armónicamente, se realice un estudio de los aforos en cada estadio. Un relevo más minucioso, que detalle la capacidad de cada sector, para que en un espacio limitado, solo pueda acceder únicamente la quinta parte.

El clásico, además, deberá contar con un eficaz control de seguridad, sobretodo afuera del Nacional, y que reúna una respetable cantidad de medidas y elementos. Por lo tanto, extremar la prevención es el más recomendable consejo por la salud física y mental de todos.

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