El cierre de la primera vuelta del torneo Apertura 2021-22 de nuestra Liga 5 Estrellas -aún falta el partido entre Real España y Victoria- es el más inesperado de los últimos años y tal vez de la misma historia del profesionalismo.

Que seis equipos estén separados por solo dos puntos en la vanguardia del campeonato refleja con claridad el equilibrio de fuerzas.

En un paisaje deportivo dominado por los grandes, que Vida y Lobos UPN estén incluidos en ese sexteto destaca la campaña que vienen realizando.

Pero también transmite la inusual pérdida de puntos de quienes habitualmente ostentan la hegemonía local.

Y surge, entonces, la duda sobre el nivel de la competencia ya que muchos pueden considerar que se ha ganado atractivos pero en detrimento de una mayor calidad.

Es responsabilidad de entrenadores y futbolistas desmentir tal razonamiento y mantener en las canchas características de buenos resultados con constantes apuestas por el buen juego.

"Cualquiera le gana a cualquiera" suele repetirse en las pláticas de aficionados e incluso en los análisis de los expertos. Pero esa frase es un "cliché" para salir del paso.

En realidad, los resultados que generó esta primera vuelta son el producto de buenas estrategias, convenientes sistemas de los entrenadores y desempeños con gran rendimiento de los jugadores.

Más allá que el Vida resignara el invicto ante Motagua, quedan sus formidables presentaciones, así como los partidos en Danlí de los Lobos UPN con rendimientos por encima del promedio.

Por ahora los clubes no han sido sacudidos por la fatiga, las lesiones y las suspensiones, pero son aspectos que se van a presentar en esta segunda vuelta y en su transcurso comenzarán a prevalecer aquellos que dispongan de más nutridas plantillas.

Y otro elemento a considerar lo apreciaremos la semana entrante cuando tres de los seis involucrados, inicien sus compromisos internacionales en la Liga Concacaf.

Ese factor, aunado a dos nuevos procesos de la selección nacional en octubre y noviembre con numerosos convocados de nuestro fútbol vernáculo, terminan por formar un enorme signo de interrogación respecto del desenlace de la apasionante lucha deportiva.

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