El líder religioso contó al diario La República de Perú, que los hombres quisieron sacar sus armas cuando él estaba en su misión evangelizadora, sin embargo, dijo que el Señor le dio discernimiento de cómo afrontar la situación en ese momento, haciendo uso de la fe.

Según el testimonio de Marquaello, uno de los hombres portaba una bolsa y se movilizó hasta el lugar donde guardaban la ofrenda para saquear el dinero de la congregación, mientras otros tres sujetos rodeaban la iglesia con armas de fuego escondidas.

Cuando el pastor notó la acción que estaban por cometer mandó a llamar a los asaltantes para que pasaran adelante durante la ceremonia, y junto a su equipo de servicio comenzó a rezar por ellos, para que se arrepintieran de sus pecados.

"No juegue conmigo, todavía tengo olfato de Policía y sé lo que está pasando. Dios está punto de cambiar lo que quiere hacer el enemigo", fueron las primeras palabras que dijo el pastor durante la oración de salvación para los agresores.

Finalmente, los hechores no lograron cometer el robo, pues el pastor dijo que después de la oración, ellos salieron corriendo y sin llevarse nada de la iglesia.

Las autoridades

La Iglesia de la Familia de la Santidad por fortuna tenía cámaras de seguridad y lo ocurrido quedó guardado para ser presentado como evidencia a las autoridades.

Ahora la Policía de Misuri busca a la banda delictiva, ya que según medios locales, tienen un expediente criminal amplió en temas de robo y secuestro.

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