La gestión de Pedro Castillo como presidente de Perú fue una ruleta rusa de 514 días como mandatario y poco más de 200 escándalos.

Su primer gran error lo cometió apenas unas horas después de asumir como presidente de Perú, al nombrar a un apologista del terrorismo en su gobierno, su nombre: Guido Bello.

Y como era de esperarse, su última gran equivocación, tratar de disolver el Congreso Nacional tras tres intentos de vacancia que se gestaban al interior del Poder Legilativo de Perú.

También levantó polémica, una supuesta trama de tráfico de influencias realizada en el gobierno por su cuñada Yenifer Paredes.

Nombramientos cuestionados

Sin embargo, uno de los puntos que marcó la gestión de Castillo, fue la gran cantidad de nombramientos cuestionados, con personas cuestionadas o sin experiencia en los diferentes cargos.

Un dato revelador apunta que, hasta mayo de 2022, la gestión de Castillo sumó un total de 122 designaciones cuestionadas.

La increíble coincidencia es que ese tipo de asignaciones se realizaban cada dos días.

El criterio de a la politóloga María Claudia Augusto, dice que la situación de inestabilidad que se vivió, fácilmente se explicaba en el génesis de la gestión.

“El inicio de un presidente que llega sorpresivamente a la segunda vuelta sin plan, meta, ni equipo".

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Un gobierno corrupto, improvisado e ineficiente

“Es un gobierno que, en líneas generales, fue corrupto, ineficiente e improvisado”, señaló Augusto.

Con un criterio coincidente se expresó también el politólogo Mauricio Zavaleta, al agregar que Castillo “se rodeó de personas que lo llevaron a la inestabilidad total”.

Mientras tanto, Paulo Vilca, director del Observatorio Regional 50+1, indicó que la gestión de Castillo se dejó llevar “por una lógica de copamiento”.

Además, con una estrategia para enfrentar a la oposición e intentar mantener su estabilidad política fue el “cuoteo” (espacios de poder).

En otras palabras, Castillo buscó aliados a partir de ciertos espacios de poder.

Esa situación pudo llevar a que se rodeara de personas que no cumplían con los requisitos, o que solo buscaban beneficiarse de los cargos.

La polarización, otra causa

El mayor problema fue que si bien en anteriores gestiones de gobierno, se presentaron casos similares, en la de Castillo los errores y grandes equivocaciones fueron más que notorios.

Para que los crasos errores cometidos por Castillo fueran exponencialmente resaltados, tuvo que ver “una suerte de enfrentamiento permanente".

Incluso se cree que ese contexto de polarización, permitíó que el impacto de las polémicas se potenciara.

Pedro Castillo apenas estuvo poco más de un año en el cargo, pero su lista de errores es innumerable.
El alto grado de polarización, también incidió en la debacle de Castillo, quien solo estuvo 514 días en el cargo como presidente de Perú.

Por otro lado, Augusto destacó el endeble papel del Congreso, porque “la oposición se aferró a un discurso donde lo que había que combatir era más el comunismo que la corrupción. Se tenía un Congreso que tampoco quería irse”.

Cada dos días, el gobierno de Pedro Castillo entraba en una brecha de polémicas.

Tal fue el caso que en los últimos 37 días, los escándalos protagonizados por el Ejecutivo se convirtieron en una montaña de inconvenientes.

El contexto político en el que se situó Perú estuvo marcado y señalado por protagonistas con comportamientos muy discutidos y de bajo nivel de gestión.

Por supuesto, todo debido, a las peculiaridades de los políticos elegidos.

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Mal cálculo político, situación insostenible

Para colmo, todo lo que inicia mal, generalmente termina mal. El caso Castillo no se salió de la normativa.

Augusto consideró que el escenario se volvió insostenible en los últimos meses.

“La única razón por la que Castillo se mantenía, era porque la oposición tampoco tenía los votos para sacarlo y eso se puede explicar por muchas razones políticas”, dijo.

Desde otro punto de vista, Zavaleta, aseguró que los sucesos acaecidos en las últimas semanas estuvieron emparentados “a un mal cálculo político por parte del expresidente y a la influencia que tienen sobre él actores poco estratégicos”.

En su momento Castillo pensó que había conseguido establecer un nudo con congresistas leales, que no votarían por su despido.

Sin embargo, luego Castillo cometió un craso error con la cuestión de confianza puesta en Aníbal Torres. Si Castillo no respaldaba a Torres, seguiría siendo presidente, aseguró Zavaleta.

¿Quién era Aníbal Torres?

Aníbal Torres era uno de los hombres de confianza de Castillo, y fue el primer ministro durante varios meses.

Durante ese tiempo, a Torres lo acusaron de generar disidencia, división y problemas al interior del partido político al que pertenecía el depuesto presidente.

“Los que le hicieron creer a PC (Pedro Castillo) que todo era fácil, le prometieron 2 partidos políticos nuevos, pero le condicionaron que rompa con PL (Perú Libre)", dijo Vladimir Cerrón en su cuenta de Twitter.

Después añadió que "lo dejaron al acecho de corruptos. Papel vilmente traidor a la causa, Coila y Quiróz, (otros dos de sus asesores) fueron sus heraldos negros”, dijo Cerrón uno de los líderes de PL.

Castillo puede afrontar una pena de 20 años de cárcel, tras lo sucedido. En su lugar juró la vicepresidente, Dina Boluarte.