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Un privado de libertad argentino, de 22 años, murió tras ocho días en agonía debido a las fuertes quemaduras que sufrió tras incendiar los colchones de su celda en protesta porque los guardias del presidio le quitaron su celular.



El recluso, Roberto Mauricio Reinecul, que guardaba prisión en la Comisaría de Paso del Sapo, de Chubut, Argentina, sufrió quemaduras en el 70 por ciento de su cuerpo, por lo que lo ingresaron en un centro asistencial donde murió, el 21 de junio. 



De acuerdo con la información de Clarín, el joven pagaba una condena por asesinar a un tío, delito por el cual también está preso su papá. 



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El 13 de junio, los guardias de la Comisaría por alguna razón le decomisaron su teléfono celular, por lo que en protesta inició una huelga de hambre y al no lograr que le regresaran su móvil decidió tomar la medida extrema de quemar los colchones, almohadas y ropa en su celda. 



Al ver que todo se estaba quemando, el reo pidió auxilio, pero los oficiales, hartos de su comportamiento, no le prestaron atención hasta que vieron que salía humo por el corredor de las celdas, pero el joven ya estaba muy lesionado. 



La familia de Reinecul pidió que se investigue a los agentes asignados el día en que ocurrieron los hechos y que se les castigue por no atenderlo a tiempo. 



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