La pobreza es uno de los factores que más incide en la salida de hondureños hacia Estados Unidos. También influye la falta de acceso a la alimentación, la violencia y, en general, la ausencia de oportunidades.

Llama la atención que, a partir del año pasado, cuando golpearon la pandemia y los fenómenos naturales, se ha observado fuertemente la salida de mujeres y jóvenes, no solamente de niños.

La administración del presidente Joe Biden no ha soslayado la responsabilidad de Estados Unidos en la materia de emigración irregular

El presidente Biden está tomando una actitud positiva en cuanto a hacerle frente al problema del flujo de indocumentados.

La política migratoria norteamericana sigue siendo la misma. La misión es mantener la seguridad de EE. UU. resguardando la frontera, independientemente de quiénes estén en el poder, si republicanos o demócratas.

Quienes emprenden el viaje al norte, tienen que saber que la patrulla fronteriza no ha relajado sus actividades, continúa con su política endurecida para evitar el paso de los indocumentados y devolverlos a sus países.

Los indocumentados no deben dejarse llevar por las falsas ideas que les venden los "coyotes", que son parte de las redes de criminales que se dedican al tráfico de personas.

Emigración es una "tabla de salvación" para la economía de los países del triángulo norte, habida cuenta la suma significativa de remesas enviadas.

Guatemala, por ejemplo, recibió el año pasado 11,000 millones de dólares, mientras a Honduras han ingresado entre 4,000 y 5,000 millones de dólares que contribuyen a sostener la economía.

La reactivación de la economía y el incentivo del trabajo son vitales para evitar la emigración ilegal. En esto deben trabajar los países del triángulo norte.

Los retornados también necesitan ser atendidos. ¿Cómo reactivar oportunidades para ellos? ¿Estamos preparados para una acción conjunta de nuestros países, que son origen de los emigrantes?

Nuestros países están obligados a coordinar un plan de cooperación regional, con vistas a revertir la huida de hombres, mujeres y niños hacia EE. UU.

Aunque algunos sectores aseveran que es casi imposible impedir el éxodo de indocumentados, porque los puntos ciegos se cuentan por centenares y las fronteras se ha vuelto "porosas", cada país debe hacer un análisis sobre su propia realidad migratoria.

Se trata de un fenómeno que impacta a Honduras, Guatemala y El Salvador, con la misma intensidad con la que afecta al propio estados unidos como destino de los que son "excluidos" por ausencia de oportunidades en sus territorios.

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