La joven, de quien no se precisó su edad, relató que aprendió a utilizar armas de fuego y a "odiar a las personas" en una escuela militar de Ciudad Juárez, Chihuahua, México, antes de los 18 años y que cuando era más joven ella prefería andar en la calle que estar en su casa.

La joven brindó este relato sobre su vida criminal en el patio de una cárcel -de la que no se conoció el nombre ni el lugar- y admitió que entró al mundo del sicariato porque le ofrecieron pagos en dólares por perpetrar sus crímenes.

"Yo me hice en la escuela militar. ¡En serio! Salí de ahí con el corazón hecho piedra, odiando a toda la gente. Bien raro. Como que en esas escuelas te enseñan a no querer a nadie", dijo la joven, según publicó Gatopardo este martes.

Asimismo, la joven narró que antes de ser sicaria limpiaba sangre y vómito de las víctimas de los narcotraficantes que la contrataban; posteriormente, fue mandadera y más adelante fue "cóndor" o vigilante.

Luego, se convirtió en "lince", es decir, quien levanta y tortura a las víctimas, hasta llegar a ser sicaria.

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Camino a 'elegir'

Por otro lado, la joven sicaria expresó que mientras fue parte del crimen organizado, prefería morir ejecutada antes que sufrir las torturas que las organizaciones criminales propinan a sus víctimas antes de quitarles la vida.

"No quiero verles la cara a esos perros ( enemigos criminales) porque soy capaz de buscarlos en el infierno", sentenció Yaretzi.

Su 'padrino' en el crimen

De igual manera, Yaretzi dijo que aún recuerda a "su patrón", como ella lo denomina, quien la introdujo en el sicariato, como una persona muy importante en su vida.

La joven mujer relató que, por su afinidad con él, el hombre llegó a ser el padrino de su primera hija.

Además, relató que sostuvo un romance con él y, producto de la relación, procrearon a su segundo hijo.

"Él me bautizó a la niña y, ya luego, me hizo al chamaco. Pinche abusón. Lo 'levantaron' ( mataron) como al mes que tuve a Brandon, el hijo de ambos. Según, a la esposa le dijeron que lo 'pozoliaron' (deshicieron con ácido) vivo allá en Ciudad Cuauhtémoc", expresó.

Deseo personal

De acuerdo con Gatopardo, la joven pidió ser identificada como Yaretzi, nombre de su madre, con el deseo de que ella la visite en la prisión.

"Pon que me llamo Yaretzi, como mi amá. A ver si cuando lea la nota viene a visitarme la cabrona. Seguro les ha de estar diciendo a mis dos hijos que su madre, además de andar de puta, sicaria", expresó la mujer al portal.

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