En Honduras no hay oportunidades para todos. Las cifras lo ponen de manifiesto, sobre todo las que señalan que siete de cada diez hondureños viven en la pobreza y que su situación empeora en la presente crisis.

Los informes que manejan los economistas y expertos de organizaciones no gubernamentales revelan que la pobreza extrema afecta a cuatro millones de personas y la general impacta a siete millones de hondureños.

Esta situación de desventaja está encadenada con la pérdida de alrededor de medio millón de puestos de trabajo por efecto de la pandemia y de los eventos naturales.

Hasta 2020 se tenía que medio millón de personas estaban en la categoría del desempleo abierto; es decir, aquéllos que quieren trabajar, pero no encuentran una plaza laboral.

Y un millón de compatriotas se encuentran en la línea del subempleo visible, que se refiere a las personas ocupadas que trabajan habitualmente menos de 47 horas por semana en sus tareas principales y secundarias y que están en disposición de desarrollar más actividades, pero no tienen acceso a un puesto asalariado.

Los estudios recientes destacan que cerca de cuatro millones de personas enfrentan varios problemas relacionados con el empleo y no encuentran salida.

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Honduras cuenta con ocho millones de personas que pronto ingresarán en el mercado en busca de un empleo; sin embargo, no cuentan con posibilidades de éxito, porque la crisis ha enterrado y suspendido medio millón de oportunidades de trabajo.

Se estima que hasta antes de la emergencia sanitaria, más de 700,000 hondureños estaban desalentados; esto es, la cantidad de personas que ya dejaron de explorar alternativas de trabajo.

Se agrega un grupo de dos millones de personas que están en subempleo invisible que son aquéllas que trabajan más de 36 horas a la semana y que reciben menos del salario mínimo.

Las proyecciones de versados en economía son oscuras. La tasa de desempleo se ha incrementado en cinco puntos; ha pasado de 5.7 por ciento a 10.9 por ciento.

El Banco Central ha proyectado un crecimiento cercano al cuatro por ciento para finales de este año; no obstante, los entendidos dicen que es muy difícil que el país alcance esta meta y que, por el contrario, la pobreza y el desempleo se profundizarán mucho más.

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