Las elecciones internas y primarias celebradas el 14 de marzo han dejado un sabor amargo. La desconfianza y la falta de legitimidad han contaminado el proceso que debió ser aprovechado por los políticos para dar muestras de un adecentamiento de su quehacer.

Los mismos políticos, tanto los que dirigen las instituciones electorales como los líderes y dirigentes de los partidos en contienda, son los principales responsables del desprestigio de la consulta en las urnas.

Los aspirantes a cargos se enfrascaron en una carrera por satisfacer su apetito de poder y, al mismo tiempo, llevar a sus compañeros de fórmula a los puestos que son clave para controlar las instituciones partidarias.

Por este motivo es que los hondureños han perdido la esperanza de que el país puede cambiar de rumbo y esto se manifiesta en los bajos niveles de participación en los procesos electorales, consideran los politólogos consultados por HRN.

Las nuevas instituciones electorales terminaron por ser reductos de los partidos políticos y no organismos defensores de la democracia; en espacios de debates sectarios, y no de discusiones plurales.

Sociólogos abordados por La Voz de Honduras han advertido sobre el peligro real de que las elecciones generales de noviembre se tornen igualmente confrontativas y violentas como la consulta primaria recién pasada.

El 14 de marzo se llevaron las elecciones primarias en el país. Foto / Conexihon.

Te podría interesar: CNE estudia 290 impugnaciones de los comicios primarios

Las primarias han servido para lanzar la democracia a una zona de riesgo, donde los proclamados ganadores son considerados como "espurios" por quienes están a la zaga en el conteo de votos.

Honduras llegó a un estado en el que la democracia y las instituciones languidecen por el vacío de liderazgo. Hay una demanda imperiosa por que la clase política se haga un auto examen de su triste  papel en este momento crucial de la historia del país.

El diálogo político es importante. En una democracia representativa, la construcción de consensos es esencial. A juicio de analistas que han conversado con esta casa de radio, el problema es que no ha habido "diálogo político", sino "negociaciones entre los políticos".

Los ciudadanos están exhortados a formar un bloque para exigir a los políticos rendición de cuentas, respeto a la voluntad del pueblo y un cabal reconocimiento del poder soberano.

Los hondureños no pueden acudir a una consulta general programada para noviembre, sin una nueva ley electoral, sin una gestión transparente y creíble de los procesos electorales y sin un relevo en la generación de políticos.

Que la presión ciudadana se imponga y que el sufragio se haga valer. A juicio de quienes interpretan la realidad nacional, esto es lo que procede tras el desarrollo de los comicios primarios del 14 de marzo, un proceso lleno de incertidumbre, acusaciones de fraude, reprobación para el Consejo Nacional Electoral y división dentro de los partidos en contienda.

Te podría interesar: Emiten orden de captura contra la diputada de Libre, María Luisa Borjas