No se han alejado los peligros que ponen en tambaleo la democracia hondureña. Esto ocurre, porque No está dicha la última palabra sobre el documento de identificación que será aceptado como válido en las justas de noviembre.

Aspirantes a cargos por partidos en la oposición, así como segmentos influyentes de la sociedad civil han alertado sobre la incertidumbre que prima en el escenario político y la "intención malévola" de parte de quienes proponen ir a los comicios con las dos cédulas de identidad.

A dos meses para que se realicen las justas presidenciales, existe incertidumbre respecto al documento que será aceptado para ejercer el sufragio.

Todavía se escuchan las voces de algunos personajes que abogan por la aceptación de ambas tarjetas nacionales, pese a que los consejeros del Consejo Nacional Electoral y líderes de diverso signo político se hayan manifestado a favor de acreditar sólo la nueva tarjeta.

En el proyecto "Identifícate" se han invertido más de 70 millones de dólares, unos 1,700 millones de lempiras. De ahí que dirigentes de organismos No gubernamentales vuelvan sobre una tesis: El nuevo documento de identificación y el padrón electoral, deben ser una garantía de transparencia de las elecciones de finales de este año.

Quienes se ocupan de analizar el panorama de la democracia electoral de Honduras, son del criterio que si los  políticos continúan haciendo todo a "matacaballo" van a golpear el proceso y a quebrar la confianza en las justas de noviembre.

Tales segmentos de opinión pública concluyen que No es sano para la institucionalidad de Honduras que persistan las sospechas de que está en gestación un fraude electoral y que las reglas del juego están sujetas a "cambios maliciosos".

La demanda es una: Que los ciudadanos convocados a los comicios generales acudan  a las urnas con la nueva cédula de identidad. El Consejo Nacional Electoral y el Registro Nacional de las Personas están desafiados, en este sentido, a fijar las normas cabales que le den credibilidad al proceso que culmina el 28 de noviembre.

Esto pasa por blindar de cualquier manipulación la distribución, igual como la entrega de la nueva cédula de identidad. Así han señalado los conocedores de la materia.

Por ahora se ha hecho notar un desfase en la línea del tiempo que está dirigida a dotar a los ciudadanos del documento que les acredita como tales.

En los departamentos de Olancho, El Paraíso, Intibucá, Gracias a Dios, Islas de la Bahía el porcentaje de cobertura es de 50 por ciento o menos, mientras en otras regiones sube a 80 por ciento, según lo anotado por organismos de la sociedad civil.

La discusión de fondo sigue girando alrededor de una interrogante: ¿Existe una intención "malévola" contra la democracia hondureña, impulsada por quienes piden la utilización de las dos tarjetas de identidad en los comicios de noviembre?

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