"Simba no vio al joven como una presa, él reaccionó como una forma de defensa", argumentó Josselin Bonilla, microbióloga encargada del cuidado del felino en el zoológico del parque Rosy Walther de El Picacho, en Tegucigalpa, capital de Honduras, luego que este atacara a un hombre que metió su brazo en la jaula para acariciarlo.
"No es un ataque, él (joven) estresó al animal, el animal estaba en su espacio y él no debió cruzar la valla, posiblemente lo jaloneó y el animal reaccionó así", expuso Bonilla.
Albin Javier Lagos, de 35 años, es la persona que resultó con graves heridas en su brazo izquierdo luego de que Simba lo atacara cuando este metió su extremidad en la jaula el sábado pasado. Actualmente se recupera en un centro hospitalario de la capital.
De acuerdo con explicación de la microbiolga, Simba no observó al ciudadano como presa debido a que ya estaba bien alimentado.
Josselin Bonilla remarcó que Simba no atacó al osado hombre por que se lo quisiera comer, ya que el animal " ya estaba comido".
"Simba no lo puedo ver como presa porque ya estaba comido, él come 22 libras de carne, cuando los animales están bien alimentados no miran a las personas como presas, él lo hizo en una forma de defensa porque se sintió agredido, porque se metió en su área y no se sabe que manipulación le hizo el joven con la mano, que Simba le pareció un ataque", detalló.
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Añadió que "el león está bien cuidado, está en sobrepeso, y hay dos días que está en dieta".
Consecuentemente, Bonilla dijo que "el felino tiene seis horas de reposo, y muchas veces las personas quieren ver a Simba en actividad y empiezan a gritarle, a tirarle palos, piedras, eso no es correcto".
Si reconoció que "si es un riesgo meterse al lugar de Simba, cuando Simba está estresado nos alejamos de él y le damos su espacio".
La experta invitó a las personas a tener educación y no hacerle daño al felino.
En lo que va de 2022, Simba ha atacado a dos personas por invadir su espacio, dijo su cuidador José Manuel Domínguez.
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