La anarquía es el patógeno que invade el Laboratorio Nacional de Virología.

Dicho centro especializado está en el centro de la tormenta por varias razones: No existen pruebas PCR para el diagnóstico del nuevo virus, el equipo no funciona y no se sabe cuándo podrían ser puestas en operación las máquinas dañadas y, encima, hay todo un conflicto de intereses que han dado al traste con la buena gestión administrativa del Laboratorio.

Se prevé que esta semana disminuya todavía más la cantidad de muestras que son tratadas para obtener datos representativos de la dirección que toma la curva epidemiológica de covid en el país.

No hay disponibilidad de kits para el desarrollo de los exámenes de detección. La jefa de la Unidad de Vigilancia de la cartera ministerial de Salud, Karla Pavón, se ha preguntado: ¿Dónde están las pruebas PCR? Y, a renglón seguido, ha contestado: El Laboratorio de Virología no las tiene.

Como se recuerda, hace unas semanas fue revelado que 250 mil pruebas compradas por Inversiones Estratégicas en la administración de Marco Bográn se habían dañado, debido a que el traslado y conservación no habían seguido el riguroso proceso.

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Los interventores de Invest-H habían informado hace varios días que estaban a la espera que la empresa de Corea del Sur que suministró las pruebas respondiera a la petición para sustituir las que se perdieron.

En caso de que la empresa se aviniera a la solicitud, Honduras tendría que pagar dos dólares adicionales por cada una, de manera que cada examen tendría un valor de diez dólares. El tema no volvió a ser mencionado no se sabe por qué razones.

Se agrega otro impasse. Y es que el equipo del Laboratorio de Virología continúa sin funcionar. Esta semana la capacidad para procesar las muestras observará un descenso aún mayor que el cincuenta por ciento experimentado semanas atrás.

Frente a dicha eventualidad, reconocidos infectólogos han propuesto la realización de las llamadas “pruebas para detección de antígenos”, aunque éstas presentan un menor grado de sensibilidad en comparación con las PCR.

Un obstáculo más: Los microbiólogos del Laboratorio de Virología se han ido a paro desde este martes porque la Secretaría de Salud no efectúa el pago de su sueldo, no ha resuelto el asunto de la contratación de personal y tampoco ha ofrecido una respuesta al retraso en el procesamiento de las muestras de diagnóstico.

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Los problemas acumulados en el Laboratorio Nacional de Virología constituyen un retroceso sustancial en el manejo de la pandemia, uno de cuyos baluartes es precisamente la aplicación masiva de las pruebas de detección del nuevo virus.

La gestión de riesgos ha retrocedido notablemente en este plano, ya que mientras el centro estatal se encuentra casi paralizado, en el sector privado están en funcionamiento cinco laboratorios privados que ofrecen un diagnóstico rápido de la presencia del virus.

No tiene sentido el programa de las brigadas médicas que recorren los sectores de mayor incidencia de la pandemia si no llevan el componente de las pruebas de diagnóstico para conocer la identidad de la peste en cada región del país y su evolución.

Sin una dotación satisfactoria de pruebas de diagnóstico, tampoco se ve favorecidos los centros de triaje que han contribuido a descongestionar los hospitales. En estos momentos, dichos establecimientos reportan una ocupación de 40 por ciento en promedio y se sabe que en las próximas dos semanas unos 200 de los 298 municipios del país cuentan con unidades de evaluación de pacientes sospechosos de covid.

Durante la pandemia Honduras ha estado a la zaga en la toma de muestras y en el procesamiento de las mismas, en comparación con el resto de Centroamérica. Nuestro país tendría que completar entre 2 mil 500 y 3 mil pruebas de diagnóstico, a fin de tener a la mano información valiosa sobre el comportamiento de la pandemia covid.