La economía de Honduras no va a mostrar signos de rescate mientras no se ofrezcan respuestas para los principales problemas del país, particularmente el desempleo que sube al 32 por ciento y la pobreza que castiga a siete de cada diez personas.

De acuerdo con las cifras manejadas por representantes de la iniciativa privada, las personas que han caído en la desesperanza, porque no encuentran empleo, suman medio millón.

Los suspendidos de sus trabajos son, al menos, 120,000 hondureños, mientras una población creciente se desliza hacia la pobreza o hacia la miseria.

Aunque el programa económico nacional proyecta que el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá entre 4 y 4.5 por ciento en 2021, los organismos internacionales han ajustado las perspectivas y avizorado que lo más probable es que la mejoría no se produzca sino hasta en 2024.

En el caso de Honduras, la condición es que se pongan en práctica algunas acciones para administrar de manera eficiente la pandemia, reactivar la economía, levantar a la población de su calamidad social.

Entendidos en la asignatura han expresado que la economía ha sufrido graves daños y vislumbrado que pasarán muchos años antes de que pueda dar manifestaciones satisfactorias. Y esto solo será posible mediante una visión de país sostenible en el tiempo.

Dirigentes de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa y de San Pedro Sula han pronosticado que será muy difícil que Honduras logre un crecimiento del Producto Interno Bruto en el porcentaje esperado al término de este año.

Los sectores críticos han deplorado que en Honduras no se ha tomado conciencia de la gravedad de la situación. No se trata nada más del problema económico y sanitario, sino de uno de tipo social.

Analistas locales coinciden en que, en la actual crisis, el país precisa de medidas extraordinarias, voluntad política fuerte y un conocimiento puntual sobre cómo responder a la pandemia y contrarrestar el derrumbe de la economía.

¿Tienen razón los sectores que afirman que el Gobierno no quiere darle una vista a los problemas que agobian al país. Y que no se ve la luz al final del túnel?

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