Un grupo de médicos provocaron lesiones en una oreja de un recién nacido al practicar una cesárea usando luz de teléfonos celulares, luego que el hospital privado en el que trabajan se quedara sin energía eléctrica.

El parto de una joven de 19 años fue atendido el 6 de junio en una clínica de Mexicali, Baja California, según informó el medio N+.

"Le cortaron la orejita al bebé, pero yo no fui, no sé quién fue", dijo uno de los doctores a los familiares de la joven tras comunicarles de los daños que ocasionaron en la oreja del bebé.

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La joven madre de nombre Karla, dijo que su ginecólogo le había programado la cesárea pero que minutos antes de la cirugía se fue la energía eléctrica en la clínica, y aún así decidió con otros galenos atender el parto.

Aunque ella se opuso por temor a morir, el doctor le dijo que no habría problema, contó.

"Con tres celulares apuntándome a la panza me empiezan a operar, les dije que no, porque me daba mucho miedo y dijeron no pasa nada, todo va a salir bien", agregó.

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Pero al día siguiente del nacimiento del niño, otro médico dijo que había nacido con un hemangioma y que al momento de cortarle la orejita se reventó.

"Se la tuve que reconstruir, te ahorraste 30 mil pesos", le manifestó el médico a la familia de Karla.

El recién nacido está delicado de salud, pero estable, mientras los doctores ahora enfrentan una demanda por negligencia.

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