Un asalto a un autobús ejecutivo interurbano terminó en tragedia cuando los delincuentes, en un acto de violencia desmedida, le quitaron la vida al ayudante de la unidad de transporte en la intersección de la 6 calle y la 6 avenida del barrio Barandillas de San Pedro Sula, durante la tarde de este jueves.

La situación tomó un giro aún más sombrío cuando los pobladores tomaron 'justicia' por mano propia al capturar a uno de los asaltantes y golpearlo hasta causarle la muerte.

Según relatos de testigos presenciales, al menos tres individuos perpetraron el asalto, despojando de sus pertenencias a los pasajeros del autobús interurbano de la empresa Expresos del Caribe, que cubre la ruta Puerto Cortés - San Pedro Sula.

Como se aprecia en un vídeo captado desde otro vehículo, el asaltante, al intentar huir por una ventana del autobús, fue interceptado por los propios pasajeros, quienes, en un acto de desesperación y en defensa propia, le quitaron la vida.

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A pesar de los intentos de algunos de trasladarlo al hospital Mario Catarino Rivas, de SPS, los esfuerzos fueron en vano, ya que el individuo llegó al centro médico sin signos vitales.

Se opuso al asalto

Por su parte, el ayudante de la unidad, fue identificado preliminarmente como Eduardo Osorio, apodado 'El Gordito'. El ahora occiso fue mortalmente herido tras oponerse al asalto.

El cuerpo sin vida de Eduardo Osorio, de 31 años, quedó tendido en un asiento dentro del autobús, víctima de la violencia desatada durante el asalto. Mientras tanto, dos de los tres asaltantes lograron escapar, pero uno de ellos fue capturado por los residentes del sector.

Las autoridades locales han iniciado una investigación sobre este evento violento que dejó dos personas fallecidas.

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Segundo muerto 'por justicia propia'

Este es el segundo caso en un solo día en que ciudadanos toman 'justicia' por su propia mano hacia criminales, pues por la mañana un joven, quien se dedicaba a robar, perdió la vida a manos de pobladores enardecidos en Cofradía, San Pedro Sula, siempre en Cortés, en el norte de Honduras.

La víctima respondía en vida al nombre de Cristian Josué Miranda, quien había sido capturado por robo, pero fue dejado en libertad por agentes policiales.

Fue así que, tras quitarle la vida, le dejaron un cartel sobre su cuerpo sin vida en el que expresaron su inconformidad con las autoridades por dejar en libertad al joven.

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