La presidente de Perú, Dina Boluarte desde el mes de junio se preparaba para recibir el llamado de jurar como mandataria en sustitución de Pedro Castillo.
El asunto tomó mayor fuerza cuando, los ministros Félix Chero y Aníbal Torres intentaron hacerla renunciar.
Los dos ministros y asesores tenían como excusa de que su salida aplacaría las posibilidades de vacancia que se gestaban en el Congreso Nacional.
Sin embargo, los desaciertos de Castillo, convirtieron a Boluarte, el pasado 7 de diciembre, en la primera mujer presidente de Perú en la historia.
Para que Boluarte asumiera, tuvo que afrontar serios encontronazos con los referidos ministros.
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El cambio de actitud de Pedro Castillo
El medio digital, HIldebrandt en sus trece, de reconocida circulación y popularidad en Perú y Suramérica, informó sobre algunos problemas que se vio obligada a enfrentar Boluarte, desde que Castillo asumiera la presidencia de Perú.
Según el prestigioso medio, el horizonte político de Boluarte dio un giro de 180 grados en el momento que Pedro Castillo tomó la decisión de realizar un autogolpe.
Esa decisiones empezaron con un cierre temporal del Congreso y la transformación del sistema de justicia.
Boluarte, previo a jurar como jefa de Estado de Perú, fungió en el cargo de vicepresidenta y ese cargo, la llevó a tener una presencia muy cercana a Castillo.
Pero esa cercanía, se vio levemente erosionada por una serie de acciones que Castillo, ahora preso, tomó desde que llegó al Palacio de Gobierno.
Quisieron hacer renunciar a Dina
En uno de los informes de Hildebrandt en sus trece, se hizo pública la información en la que se deja entrever que Castillo quiso que Boluarte renunciara.
El informe puso al descubierto una álgida relación entre Pedro y Dina, la que se originó cuando Castillo asumió el control del país, después de ganar las elecciones presidenciales en 2021.
Trascendió que Castillo convocó a una reunión a Boluarte antes de confirmar el gabinete de gobierno.
En esa cital le indic´ó que para designarla ministra, antes debía firmar dos documentos.
“Se trataba de sendas cartas de renuncia, una al fajín y otra a la vicepresidencia”, solicitud que Dina Boluarte no atendió.
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La esperaban con renuncia en mano
Dina Boluarte pasó momentos difíciles, incluso se informó que cuando necesitaba acudir a reuniones de Gobierno, evitaba subirse a vehículos oficiales
Pero justo un mes antes que Castillo llevara a cabo el autogolpe, Boluerte recibió una llamada para para encontrarse con Castillo.
Ella acudió a una sala en la que la esperaban Félix Chero y Aníbal Torres con un escrito.
Tanto Chero como Torres le expresaron que, si ella firmaba la renuncia, se aplacarían los pedidos de vacancia contra Castillo por parte de la oposición.
Boluarte se enfadó y salió de la sala, dando un portazo.
Desde hace meses Boluarte espera el llamado a jurar
El influyente medio, afirmó en su informe que Boluarte conocía y se preparaba para el escenario político que viviría Perú en un futuro no muy lejano.
Las solicitudes de vacancia en el Congreso y los múltiples escándalos, hacían presagiar que Perú podría afrontar nuevos problemas.
Para rematar, Castillo estaba en la mira de la fiscalía.
Una denuncia que tenía Castillo en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, podría ser el acabose de Castillo.
Caso contrario, si la acusación era archivada, entonces Boluarte tenía que estar lista para relevar a Castillo, porque la vacancia era cuestión de días.
Lo que jamás pasó por la mente la hoy presidente de Perú, es que su juramentación sería en un corto tiempo y que el propio Castillo sería el que propiciaría la opción.
Boluarte tenía varios meses preparando ideas, panoramas, posibles acciones a tomar, en caso de un repentino llamado.
El 7 de diciembre, mientras Torres y Castillo se encontraban encarcelados, ella fue llamada a presentarse en el Congreso Nacional, para jurar como presidente de Perú.
Lo que todos recuerdan es que en algún momento, Dina había dicho que si removían a Castillo del cargo, ella renunciaba a su cargo. Pero no lo hizo.
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