Ascenso policial y controversias

Juan Carlos "El Tigre" Bonilla, una figura polémica en Honduras, inició su carrera en la Policía Nacional en 1997, ascendiendo rápidamente por sus acciones en áreas conflictivas como San Pedro Sula y La Lima. Su trayectoria, marcada por un estilo duro y confrontativo, le valió un rápido reconocimiento.

A pesar de las acusaciones por violaciones a los derechos humanos y participación en ejecuciones extrajudiciales, Bonilla fue nombrado jefe de la Policía Nacional en 2012 por el entonces presidente Porfirio Lobo Sosa.

Destitución y carrera diplomática

La gestión de Bonilla estuvo marcada por acusaciones de abuso de poder y vínculos con actividades criminales. En 2013 fue destituido de su cargo en el ocaso del gobierno de Lobo Sosa, siendo reemplazado por Ramón Sabillón. Posteriormente, Bonilla fue designado como agregado policial en la embajada de Honduras en Colombia.

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Acusaciones y proceso judicial

En 2019, durante el juicio del hermano del expresidente Juan Orlando Hernández, Bonilla fue implicado en actividades de narcotráfico. Posteriormente, en abril de 2020, fue acusado por la Corte Federal de Manhattan por tráfico de drogas y uso y tráfico de armas. Las acusaciones apuntan a que Bonilla utilizó su posición para proteger envíos de cocaína y colaborar con narcotraficantes, a cambio de sobornos. Además, se le señala de ser responsable del asesinato de un narcotraficante rival de los hermanos Hernández.

Captura y extradición

En marzo de 2021, Bonilla fue capturado y, posteriormente, extraditado a Estados Unidos. Enfrenta cargos por conspiración para importar cocaína, uso y transporte de armas automáticas y dispositivos destructivos. Bonilla, quien siempre ha rechazado las acusaciones, podría enfrentar una sentencia de 10 años a cadena perpetua por los cargos de narcotráfico, y una mínima obligatoria de 30 años por el uso de armas prohibidas.

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El futuro de "El Tigre"

El juicio de Bonilla en el Distrito Sur de Nueva York es un caso emblemático que subraya la compleja relación entre el crimen organizado y las estructuras de poder en Honduras. Su desenlace podría tener implicaciones significativas para el panorama político y de seguridad en el país.

Cambio de defensa y juicio

El Tigre Bonilla solicitó un cambio en su equipo de defensa, pero esta petición fue rechazada. El juez Kevin Castel ratificó que el juicio está fijado para el 5 de febrero de 2024.

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