El Ministerio Público abrió una nueva línea de investigación sobre la adquisición de 250 mil pruebas PCR para el diagnóstico del nuevo virus por parte de Invest-H.

Como es conocido, cien mil de estas muestras se dañaron porque no se mantuvieron a la temperatura adecuada y otras 150 mil están almacenadas, puesto que no fueron admitidas por Inversiones Estratégicas y aún están almacenadas a la espera de ser sustituidas.

Autoridades de la Unidad de Vigilancia de la Secretaría de Salud confirmaron que las pruebas se echaron a perder, debido a que no se cumplió con la cadena de frío para conservarlas en las condiciones requeridas para su aplicación correcta.

Los funcionarios de la cartera ministerial negaron que tengan responsabilidad en este nuevo escándalo; sin embargo, no explicaron por qué no expusieron en su tiempo y forma que las primeras cien mil muestras habían sido entregadas con una calidad dudosa de parte de Inversiones Estratégicas.

En un comunicado, Invest-Honduras señaló que en la gestión anterior de Marco Bográn se realizó la compra de 250 mil pruebas PCR para el diagnóstico de covid y que un primer lote fue recibido por Salud, con la presencia de veedores de la sociedad civil y de auditores concurrentes del Tribunal Superior de Cuentas.

Las otras muestras no fueron dadas por recibidas, porque no se cumplió con la cadena de frío y aún están almacenadas, justifica Inversiones Estratégicas, cuyos interventores confirmaron que se ha procedido a pedir cuentas a la empresa que transportó los kits desde Corea.

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En esta operación de compra fueron invertidos cerca de 50 millones de lempiras que también quedaron “en nada” igual que los 1,200 millones dirigidos a la compra de siete hospitales móviles, cada uno de los cuales fue sobrevalorado en 50 millones.

Los dirigentes de órganos de la sociedad civil, instituciones que combaten la corrupción y médicos especialistas han calificado como “vergonzoso” este nuevo expediente que, además, es una “desgracia” no solamente porque el país está en una etapa muy compleja de transmisión del nuevo virus, sino por el desperdicio de recursos y por el enorme déficit en la práctica de pruebas de diagnóstico.

El capítulo de las pruebas dañadas por un negligente manejo de las pruebas es apenas un componente de todo el caos que se impone en el análisis, procesamiento de muestras y detección de covid.

El Laboratorio de Virología es una manifestación máxima de anarquía. Al menos tres directores han tenido que renunciar y, para colmo, están fuera de operación algunas máquinas, lo que ha provocado una disminución drástica en la presentación de resultados de pruebas de diagnóstico. Hasta la semana anterior, la mora era de al menos cuatro mil exámenes.

De acuerdo con los estudios de los expertos, 16 departamentos se encuentran en un crecimiento exponencial de los casos de covid y en otros dos territorios se ha estabilizado relativamente el número de infectados por el nuevo virus.

Los facultativos que están al frente de la pandemia y los conocedores de la materia epidemiológica concuerdan en que es urgente la práctica masiva de pruebas PCR y rápidas; sin embargo, las autoridades de la Secretaría de Salud no dan respuesta. Solamente hay disponibilidad de PCR para diez días más.

Honduras, en resumen, sigue enfrentando la pandemia a ciegas, sin herramientas, ni insumos, ni instrumentos y al margen de todo un lineamiento estratégico en prevención y gestión de riesgos.

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