El expresidente de Honduras, Porfirio Lobo Sosa (2010-2014), dijo el jueves que él y su esposa, Rosa Elena Bonilla, son "perseguidos por gente de Lempira", en alusión a dos jueces que son originarios de ese departamento y que integraron el tribunal que declaró culpable a su pareja por delitos de corrupción.
"Como que estamos siendo perseguidos por la gente de Lempira (...), son restos de los mismos, hay que seguir la hebra, no nos engañemos, aquí todos nos conocemos", manifestó el exgobernante.
Lobo no aclaró si la frase "seguir la hebra" implica que los togados actuaron por influencias del expresidente Juan Orlando Hernández (2014-2022), quien nació en Lempira y con quien ha tenido diferencias políticas, aunque ambos son del Partido Nacional.
Pero el exmandatario ha reiterado que el expresidente Juan Orlando Hernández, originario de Lempira, fue quien entregó a la justicia a su esposa "Rosita", como la llama de cariño.
El Tribunal de Sentencia Designado, por unanimidad de votos, declaró culpable a Rosa Elena Bonilla como coautora del delito de fraude continuado y apropiación indebida continuada, luego de la repetición del juicio en el caso de corrupción denominado "Caja chica de la dama"
Asimismo se declaró culpable al exsecretario privado de Rosa Elena, Saúl Escobar, como coautor del delito de fraude continuado.
Tras el fallo, Rosa Elena de Lobo fue enviada a la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social, en Támara, Francisco Morazán, tras revocarle la libertad de la que gozaba con la anulación del juicio en el que había sido declarada culpable en 2020 por el mismo caso.
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Para el exmandatario entre el periodo 2010-2014, no correspondía la prisión contra Rosa Elena de Lobo porque tenía que haber una sentencia firme y se tenía que ir a una casación.
Es decir, el fallo contra Rosa Elena no está firme, pues contra la sentencia se presentará un recurso de casación.
Caso Caja chica de la dama
El caso Caja chica de la dama lo presentó la desaparecida Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad (Maccih) y la Unidad Fiscal Especial contra la Impunidad de la Corrupción (Ufecic) y tuvo que ver con el desvío de fondo para ayuda social.
Entre 2010 y 2014, Rosa Elena Bonilla y Saúl Escobar iniciaron un proyecto denominado "Calzando y uniformando la niñez hondureña" a través del cual se hicieron "falsas contrataciones con el objetivo de desviar los fondos que eran destinados" para esta iniciativa, señaló el tribunal.
Según el tribunal, los acusados firmaron contratos con ocho supuestos proveedores de zapatos, a los que entregaron "cheques que suman más de 6 millones de lempiras por la entrega de material" que nunca se presentó o entregó a los beneficiarios.
La ex primera dama retiró de la cuenta de su despacho "12 millones de lempiras" y los trasladó a "su cuenta personal, (dinero) con el cual se realizaron pagos personales", de acuerdo con la información del Poder Judicial.
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