El Presupuesto General de la República para el período 2021 ha sido estimado en 288 mil millones de lempiras, una elevación de 2.12 por ciento respecto al plan que fue aprobado para 2020 por el orden de 282 mil millones.
Los estudiosos de las finanzas son del criterio que el plan de ingresos y gastos debería de tener una reducción de al menos 20 por ciento respecto al instrumento vigente.
El Presupuesto debió partir de una “base cero” y ser ajustado primordialmente al comportamiento de los recursos tributarios que, al final de este ciclo, mostrará una caída entre el 40 y el 45 por ciento, analizan ex ministros de Finanzas y técnicos del Foro Social de la Deuda Externa (Fosdeh).
A la luz de tales evaluaciones críticas, el Presupuesto que ha sido enviado al Congreso Nacional para su aprobación y puesta en aplicación durante 2021 no es proporcional con un entorno de crisis como el que afecta al país.
Organismos locales y regionales consideran que en tiempos de turbulencia fiscal, lo que procede es la adopción de una política de austeridad orientada a un recorte sustancial en los gastos, la readecuación de la deuda y la evaluación de las erogaciones por sueldos y salarios.
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Las líneas de ahorro también deberían estar relacionadas con una necesaria valoración del tamaño del gobierno y el fortalecimiento de los sectores prioritarios de la salud, educación, producción y generación de empleo.
Uno de los señalamientos negativos que se han hecho a la administración de la hacienda es que los recursos del país han ido más para gastos infructuosos y menos a la planificación del desarrollo de Honduras.
El Presupuesto 2021 ha sido construido con fundamento en el objetivode dinamizar a Honduras, favorecer a su gente y sortear las dificultades causadas por la emergencia sanitaria, han enfatizado autoridades de la cartera ministerial de Finanzas.
El enfoque estaría dado por las necesidades de reconstrucción económica, reactivación social y fuerte apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas para promover el bienestar de los sectores mayoritarios, según se ha destacado en el Poder Ejecutivo.
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El instrumento fiscal 2021 está proyectado en un poco más de 288,000 millones de lempiras, de los cuales 162,000 millones corresponden a la Administración Central y cerca de 126,000 millones van para las instituciones descentralizadas y desconcentradas.
Merecen un profundo análisis de cada uno de los renglones de la actividad fiscal del año próximo para conocer si el Presupuesto tiene todas las herramientas para hacerle frente a los tiempos de desbalances, carencias y, en general, de torbellinos por la pandemia.
