Una asignación de alrededor de 42 mil millones de lempiras está contemplada en el Presupuesto de 2021 para el pago del servicio de la deuda pública.
Dicha suma es equivalente al 25 por ciento; es decir, a la cuarta parte del plan de ingresos y gastos de la Administración Central para el año entrante, y que asciende a unos 163 mil millones de lempiras.
Los entendidos en finanzas han expresado su preocupación, por cuanto Honduras ha llegado a un nivel de endeudamiento que ya no puede ser manejado y que, en el inmediato tiempo, representará el 60 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
De acuerdo con las cifras oficiales, la deuda externa ronda los diez mil millones de dólares y la interna se calcula en cuatro mil millones de dólares.
Informes de organismos especializados hacen hincapié en que el actual gobierno se ha endeudado en unos cinco mil millones de dólares solo en los últimos dos años.
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Se estima que para 2021, estos compromisos se cuantificarán en aproximadamente 16 mil millones de dólares que, al cambio actual, son 394 mil millones de lempiras.
En una década la deuda de Honduras ha crecido en más de 400 por ciento. En 2010, la cifra era de 73 mil millones de lempiras y representaba el 24 por ciento del PIB.
Diez años después, en 2020, los empréstitos gestionados por el país suben a una cantidad calculada en 320 mil millones de lempiras que corresponden al 50 por ciento del Producto Interno Bruto.
Entre 2010 y 2013, la deuda púbica del Gobierno Central se incrementó en 67 mil millones de lempiras, porque se movió desde 73 mil millones a 140 mil millones que, en términos porcentuales significa un paso de 24 a 37 por ciento del PIB.
En el lapso entre 2014 y 2020, el endeudamiento creció en 164 mil millones de lempiras, lo que se traduce en una subida desde el 38 al 50 por ciento de todo el conjunto de bienes y servicios producidos en el país en el mencionado tiempo.
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El problema del endeudamiento de Honduras no es tanto su límite que ya sobrepasa el 50 por ciento del Producto Interno Bruto, sino cómo se utilizarán los nuevos recursos adquiridos, señalan los entendidos en la administración de la hacienda.
La crisis financiera como la que atraviesa Honduras por efecto de la pandemia se debe enfrentar con apoyo de una política monetaria y con una agresiva actuación fiscal, analiza el Colegio de Economistas.
En esta misma línea de opinión, sectores críticos se preguntan por qué todavía no se han tomado en el país las medidas pertinentes para contrarrestar la caída de los ingresos tributarios, aliviar la carga de la masa salarial, adelgazar el aparato burocrático, hacer un uso racional de los recursos y mantener bajo control las finanzas públicas.
