A pesar de contar con un presupuesto asignado de 23,000 millones de lempiras destinados a la inversión pública, la ejecución real apenas alcanza los 4,200 millones, representando menos del 18% del total.

Este panorama plantea interrogantes sobre la capacidad de gestión del gobierno en un momento crucial para la reactivación económica y el bienestar social.

En una entrevista concedida al noticiero Hoy Mismo de TSi, Wilfredo Cerrato expresó su preocupación por la situación. "Es triste que después de siete meses, más de la mitad del año, la ejecución de la inversión pública, que no solo genera empleo sino también bienestar para las personas, no alcance ni siquiera el 20%", lamentó.

Esta baja ejecución no solo impacta en términos económicos, sino también en la confianza de la ciudadanía en la capacidad del gobierno para llevar a cabo proyectos de desarrollo.

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El exfuncionario también destacó la oportunidad que representa la existencia de fondos en las arcas del Estado. Propuso la reducción del impuesto sobre ventas del 15 al 12% como una medida para equilibrar el presupuesto.

Sin embargo, la solución no es tan simple. Evelyn Bautista, exsecretaria de Finanzas, advirtió que el problema radica en la falta de capacidad de gestión en las instituciones gubernamentales. Esta carencia de eficiencia administrativa repercute en diversos aspectos, desde el acceso a medicamentos hasta proyectos de infraestructura.

El presupuesto general de ingresos y egresos de Honduras, aprobado a principios de 2023 con un total de más de 392,000 millones de lempiras, presenta un panorama similar.

Según el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), apenas se ha ejecutado alrededor del 40% de dicho presupuesto durante el primer semestre del año. Esta baja ejecución refleja desafíos estructurales que deben ser abordados para garantizar un uso más eficiente de los recursos públicos y una reactivación económica sostenible.

La baja ejecución presupuestaria en inversión pública en Honduras plantea cuestionamientos sobre la capacidad de gestión del gobierno y sus instituciones. La brecha entre los recursos asignados y los efectivamente utilizados resalta la necesidad de mejorar la planificación, coordinación y ejecución de proyectos.

A la vez, el impacto de esta situación se extiende a áreas críticas como el empleo, el bienestar social y el acceso a servicios esenciales. Para lograr un verdadero cambio, es imperativo abordar los obstáculos que impiden una ejecución presupuestaria más eficaz y garantizar así un futuro más próspero para el país, según los entrevistados.

(Artículo de Javier Álvarez con apoyo de la Inteligencia Artificial)

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