Al sólo prestar juramento como gobernante de Honduras para el período 2022-2026, Xiomara Castro ha denunciado que recibe un país "en quiebra".
La gobernante ha hecho hincapié en que una de las cargas más pesadas es la deuda pública. En el mandato de Juan Orlando Hernández, el endeudamiento interno subió en 700 por ciento y el externo ascendió en más de 300 por ciento.
Destacó la señora Castro que Honduras se encuentra en una catástrofe económica, un presupuesto desequilibrado que se va en el pago de sueldos y salarios de la burocracia.
El país está envuelto en una vorágine de corrupción que también ha convertido a Honduras en el país más pobre de América Latina, para lo cual las nuevas autoridades han planteado la restauración del aparato productivo sobre la base de la transparencia y de la justicia social.
El caso de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), ha sido mencionado como una de las peores dificultades de las finanzas de Honduras.
VEA: Editorial HRN: Los retos de la presidente Xiomara Castro y la democracia de Honduras
La nueva gobernante anunció el suministro de energía eléctrica gratuito para los pobres y el otorgamiento de subsidios para los combustibles.
La aprobación de leyes contra la soberanía nacional y otros excesos, representan una "década de corrupción" y "llena de sabotajes", ha denunciado la nueva gobernante.
El respaldo al sistema productivo, lo mismo que el apoyo a la educación, la salud, la seguridad y la generación de empleo, son compromisos adquiridos por la nueva administración.
Al frente de la administración del Gobierno de Honduras, la primera mujer que asciende al poder, ha reafirmado su conciencia ética de refundar Honduras y de llevar delante una misión para llamar a cuentas a los culpables de haber llevado a Honduras a un abismo.
En resumidas cuentas, Honduras está en "bancarrota" y para revertir esta circunstancia todos los sectores tienen que ser involucrados en un gran plan de nación.
