Entre las medidas urgentes, Castro señaló la necesidad de declarar la vida humana como un bien supremo universal. Además, presentó estas siete medidas concretas:

  1. Cese del conflicto en todas las guerras, especialmente en la Franja de Gaza, instando a una solución pacífica y duradera.
  2. Frenar el terrorismo en todas sus formas, ya sea individual o de Estado.
  3. Proteger los bosques tropicales, hogar de comunidades indígenas.
  4. Convertir la totalidad de la deuda externa en inversión ambiental.
  5. Regular el uso del mar mediante un estatuto universal con sanciones para la sobreexplotación de los océanos.
  6. Reducción del consumo en las economías desarrolladas.
  7. Responsabilidad financiera por el calentamiento global, especialmente para aquellos que han contribuido a la problemática.

Con relación a la medida número cuatro, Castro expuso que la deuda externa de los países con bosques tropicales se invierta en programas de conservación de recursos naturales y adaptación al cambio climático.

Durante su discurso, la presidenta explicó que el mundo está experimentando los efectos del cambio climático y señaló a las personas más ricas del mundo que buscan emigrar a otros planetas, dejando daños en la Tierra.

"Las multinacionales son responsables del 71% de las emisiones de gases de efecto invernadero en la industrial mundial. Las naciones industriales han emitido el 51% de estos gases desde 1971. Ahora, los principales responsables buscan irse a otros países", destacó Castro.

En cuanto a las acciones en Honduras contra el cambio climático, la presidenta detalló que su gobierno ha aumentado la inversión pública en programas de forestación, como el proyecto Padre Andrés Tamayo. Además, cancelaron varias concesiones, incluida una destructora del Lago de Yojoa, y asignaron el 10% del Ejército para cuidar de los bosques.

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