Más de 15 mil hondureños se estima que ejercerán el voto en el exterior en la contienda del último domingo de noviembre, en lo que algunos consideran será un "nuevo fracaso".

Las proyecciones señalan que solamente en Estados Unidos votarán 12,867 hondureños distribuidos en Houston, Miami, Louisiana, Chicago, Nueva York, Dallas, Los Ángeles y Washington.

Para un segmento de 2,464 ciudadanos hondureños que están habilitados en el censo y que residen en las capitales de Centroamérica, Panamá y Belice el Consejo Nacional Electoral ha determinado la colocación de seis urnas.

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En 2017, el máximo organismo en materia comicial que entonces era el Tribunal Supremo Electoral proyectó que en la actividad cívico-democrática participarían 51 mil hondureños, pero -al final- fue una pírrica participación.

El sufragio ejercido en el exterior ha estado en el centro de las discusiones. Los criterios en su entorno son encontrados: Unos, consideran que es una expresión de la democracia participativa; otros, opinan que es una carga que no pasa de ser un ensayo infructuoso.

Resultados del voto en el exterior

Hay quienes afirman que se trata de un capricho que ha sido alimentado en los últimos procesos electorales, pero que debería de ser valorado, pues sus resultados son más contrarios que positivos.

Un cálculo rápido permite considerar que el sufragio ejercido por los hondureños en Estados Unidos en los últimos tres o cuatro procesos en su conjunto, ha representado un gasto entre 10 y 12 millones de lempiras.

La práctica cívica abierta para los connacionales que viven fuera del territorio se puso en vigencia por primera vez en los comicios de 2001 en los que resultó triunfador el candidato nacionalista de entonces, Ricardo Maduro, frente al desaparecido líder del Partido Liberal, Rafael Pineda Ponce.

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En esa ocasión participaron 4,300 ciudadanos. Cuatro años después, en 2005, solamente votaron mil hondureños y en la justa de 2009 acudieron a los centros instalados en siete ciudades de Estados Unidos 6,500 electores.

Para la cita de 2013, los funcionarios del Tribunal Supremo Electoral informaron que habían integrado en el padrón 4,600 nuevos votantes hondureños.

Y en las justas de 2017 se contabilizaron 2,521 votos para totalizar 13,627 en los procesos desarrollados en el período entre los años 2001 y 2017.

Costo del voto en el exterior

Hasta las elecciones anteriores, se estimaba que el costo de la instalación de centros de votación en cada una de las urbes estadounidenses seleccionadas para tal fin era de 25,000 dólares.

Para ese tiempo, cada representante propietario del Tribunal Departamental Electoral en Estados Unidos recibía aproximadamente 1,200 dólares y a los delegados suplentes se entregaba un pago de $ 800.

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Las autoridades del Tribunal Electoral han justificado que el voto en el exterior no es oneroso en comparación con el valor que tiene la democracia.

Si bien todo hondureño tiene el derecho de participar en el proceso desarrollado para garantizar la alternancia en el poder democrático, son varios los grupos de opinión que piensan que es obligatorio establecer una relación costo-beneficio.

Esto se traduce como la necesidad de darle esencia a la democracia y que el poder de las mayorías se derrame para bienestar de la comunidad emigrante hondureña.