El portavoz de la Conferencia Episcopal de Honduras, padre Juan Ángel López describió como una persona llena de Dios y de sonrisa contagiosa al sacerdote José Enrique Vásquez, asesinado a balazos el 2 de marzo en la zona norte del país.
Vásquez "era una persona muy querida, no era conflictivo, era una persona llena de Dios, con un espíritu muy grande, con una sonrisa que incluso atrás de la mascarilla era siempre contagiosa. Era terrible, era de esas personas que, honestamente, da gusto estar, platicar y molestar", dijo López en La Tarde de HRN y TSi.
El padre Juan Ángel López reaccionó conmocionado por el crimen del religioso Enrique Vásquez, quien fue su alumno en el Seminario Mayor de Honduras y su colaborador en la parroquia Santo Domingo Savio de la colonia Satélite de Comayagüela.
"Esperamos algún día abrazarlo en la eternidad", dijo López, tras recordar también que el padre asesinado fue uno de los últimos seminaristas del antiguo Seminario Menor de Tegucigalpa.
"Nos duele mucho, la Iglesia católica está de luto, pero también Honduras está de luto por los hermanos que son asesinados vilmente", expresó.
Parar la violencia en Honduras
El representante de la Iglesia Católica hondureña hizo un llamado a las autoridades de Honduras para que investiguen el crimen del padre "Quique", como lo llamaban cariñosamente.
Además, pidió a las autoridades del país para que tomen medidas que ayuden a reducir la violencia en Honduras. "No podemos quedarnos de brazos cruzados, está aumentando una vez más la violencia, los robos, los asaltos y no es posible que volvamos a caer en esta vorágine, en esta pandemia en que se irrespeta la vida de cualquier ser humano", dijo.
"Que la muerte del padre ojalá sea un punto de inflexión para que las autoridades se den cuenta de que no pueden andar con paños tibios cuando se tratan de estos criminales", manifestó el vocero de la Iglesia Católica.
Muerte del padre Quique
El sacerdote Enrique Vásquez desapareció el martes horas después de oficiar la misa del Miércoles de Ceniza en la iglesia San José del conflictivo barrio Medina de San Pedro Sula, Cortés.
Su cuerpo fue ingresado como desconocido a la morgue judicial de San Pedro Sula a eso de las 10:00 de la noche del mismo 2 de marzo, después que las autoridades lo encontraran en un sector de Morazán, Yoro, norte de Honduras.
Fue el obispo de la Diócesis de San Pedro Sula, Ángel Garachana, quien identificó el cuerpo del padre en la morgue.
El automóvil del padre asesinado fue encontrado este miércoles (03.02.2022) en Victoria, Yoro.
Según se informó, el padre Quique se ordenó hace 16 años y era fiel seguidor del club deportivo Real España.
