La Iglesia Católica de Honduras, a través del presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Roberto Camilleri, reiteró este miércoles el llamado para que la elección de la nueva Corte Suprema de Justicia (CSJ) sea transparente y que los magistrados sean capaces de impartir justicia de manera independiente y honesta, sin mirar intereses particulares.

"Necesitamos un cambio importante en la Corte Suprema de Justicia porque sin una justicia real, expedita y honesta no hay libertad posible para ningún país", dijo Camilleri en entrevista para Diario Matutino de HRN.

El obispo de la Diócesis de Comayagua indicó que se necesita una CSJ independiente, "que no esté ligada en ningún momento con nadie, con ningún partido político, que sea capaz de impartir la justicia sin mirar a quienes estén en el Poder Legislativo o en el Poder Ejecutivo", sino que "vean los intereses del país y sean respetuosa de la ley".

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Camilleri manifestó que la última elección de la Corte Suprema de Justicia "dejó al país más dividido, en dos partidos políticos", por lo que ahora deben darse cambios.

"Corresponde trabajar, impartir justicia con transparencia y que las personas que deben estar en esos puestos sean las más idóneas, honestas, que se conozca que son independientes y que quieren impartir justicia buscando el bien común", expresó.

Asimismo, monseñor Roberto Camilleri consideró importante que haya buena voluntad para elegir bien a la nueva CSJ, y que aplique la ley incluso a aquellos que no fueron conscientes de impartir justicia de forma honesta en imparcial. "Deben someterse a la ley y a las consecuencias de la ley", indicó.

Sociedad polarizada

El religioso dijo que en Honduras se tiene una sociedad polarizada donde abunda mucho el apego y mucha promoción partidaria, y que aunque no es un problema de ahora se debe iniciar a hacer cambios en el país.

"Honduras tiene muchas capacidades, está dotado de muchas cosas que lo pueden hacer un país grande, pero la corrupción, la polarización, la injusticia, da más importancia a lo particular y no al bien común", cuestionó.

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"Hablamos mucho de leyes, de lo que debemos hacer, pero el problema está en la fuerza de voluntad y la concientización de cada persona; se requiere una conversión de la mente y el corazón para hacer algo real, y no quedarse en palabras sino ir a los hechos", añadió.

Misión de la iglesia

Respecto a los señalamientos a la Iglesia Católica de que debería participar de forma activa en las decisiones del país y no quedarse solo en pronunciamientos, Camilleri enfatizó que la misión de la iglesia es orientar e indicar dónde se está fallando, a fin de que puedan mejorar.

"Como iglesia, nuestra misión no es tanto de estar en los quehaceres de la política como tal, pero si nos toca estar atentos de lo que pasa en el país, llevados por la conciencia e indicar las cosas que no se están haciendo bien", sostuvo.

A su vez consideró que es importante que el pueblo hondureño presione, sin violencia, a las autoridades para que tomen conciencia de los cambios profundos que requiere el país. "El clamor del pueblo podría cambiar un poquito, para que se fortaleza más el deseo de un pueblo que hoy está más despierto y más conocedor de sus derechos".

El Congreso Nacional de Honduras debe hacer en julio próximo la convocatoria para conformar la Junta Nominadora de candidatos a magistrados de la nueva Corte Suprema de Justicia, para el periodo 2023-2030.

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