La reacción del partido, autodenominado vigilante del buen uso de los recursos estatales, fundamentó su pronunciamiento en la que señala como una gestión ineficiente y el bajo desempeño del presupuesto observado en años anteriores, subrayando una ejecución de inversión pública que apenas alcanzó el 37% en 2022 y el 40% en 2023.
Interrogantes nacionalistas
El Partido Nacional destacó dos áreas críticas en el presupuesto: primero, la dependencia de fuentes nacionales o de endeudamiento, con dudas sobre la sostenibilidad. En segundo lugar, la incertidumbre persiste sobre cómo se asignarán y garantizarán beneficios directos al pueblo hondureño.
De tal modo, la preocupación del Partido Nacional abarca varios aspectos del presupuesto. Se cuestiona la dependencia de fuentes nacionales o de endeudamiento, incluida la posible participación de la Corporación Andina de Fomento (CAF), planteando inquietudes sobre su sostenibilidad.
Además, enfatizó en la busca claridad sobre el crecimiento real de los ingresos del Estado y la distribución transparente de recursos para garantizar beneficios directos a la población hondureña. La incertidumbre sobre la materialización de proyectos anteriores y la ejecución eficiente del presupuesto también son puntos clave de preocupación para el partido.
La @Bancada_PNH de @PNH_oficial recomienda al gobierno de @PartidoLibre que el presupuesto general de 2024 priorice la eficiencia y la transparencia de los recursos. pic.twitter.com/8q0tOBM2m0
— @Bancada Partido Nacional 🇸🇴 (@Bancada_PNH) November 23, 2023
En ese aspecto el Partido Nacional instó al gobierno a reconsiderar el proyecto de presupuesto, enfatizando la necesidad de un enfoque que priorice la eficiencia, la transparencia y el beneficio tangible para el pueblo.
'No es cierto...'
En respuesta a las críticas del Partido Nacional, Hugo Noé Pino, vicepresidente del Congreso Nacional y titular de la comisión de presupuesto, defendió el proyecto de presupuesto actual y destacó que la inversión extranjera es de 750 millones de dólares y proyectos de infraestructura en energía y carreteras como pruebas de la inversión y desarrollo en Honduras.
"No es cierto que no hay inversión en Honduras, desde el año pasado se previó de que este año iba a ser un año de recesión a nivel internacional, que eso iba a golpear al país y que va a crecer entre 3 y 3.5%. Así que estos comentarios no están basados en los datos que la misma economía nos está mostrando", sentenció Noé Pino.
'Hay una caída en la inversión'
Por su parte, el economista hondureño, Roberto Lagos, ofreció una perspectiva crítica a las afirmaciones de Pino. Lagos señaló una caída en la inversión extranjera directa y la ausencia de nueva formación bruta de capital en el país.
Además, destaca el deterioro del clima de inversiones en el contexto político actual.
"Esa sería la discusión que tenemos que tener, cuál es la nueva formación bruta de capital en el país, decir 'sí, estamos proyectando, millones de dólares, pero si el mayor porcentaje es reinversión de utilidades, ¿de que estamos hablando?'. Y adicionalmente en el año 2022 porque que no hacemos el contraste", explicó.
Y prosiguió: "En el 2022 entraron 920 millones de dólares en inversiones manera directa, significa que con la proyección que ellos tienen para el 2023 (750 millones) hay una caída de 170 millones de dólares".
Incertidumbre legislativa
La aprobación del presupuesto para el año 2024 adquiere una relevancia crítica en medio de la parálisis legislativa que afecta al Congreso Nacional. A pesar de ser aprobado en Consejo de Ministros en septiembre de 2023, su aprobación final está pendiente de acuerdos entre oficialismo y oposición, quienes enfrentan tensiones y divergencias sobre las prioridades del gasto público.
Con un aumento significativo de 14,000 millones de lempiras con respecto al año anterior, elevándolo a 406,000 millones de lempiras, el presupuesto está en el centro de la discusión.
Aunque la premisa económica ha sido socializada con diversos sectores del país, persiste la incertidumbre sobre su aprobación en el contexto de más de dos meses de parálisis legislativa.
Es así que, para su aprobación se requiere que el presupuesto sea sometido a discusión al plenos de diputados del Congreso Nacional y someterlo a votación por mayoría simple, es decir, al menos 65 de los 128 congresistas.
(Artículo de Javier Álvarez con el apoyo de la Inteligencia Artificial).
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