En medio del dolor y oraciones fueron sepultados en el cementerio de El Paraíso, Copán, al occidente de Honduras, los hermanitos Hilda y Misael Orellana León, de 14 y 11 años, respectivamente, asesinados a disparos por desconocidos en se sector.
Los pequeños fueron reportados como desaparecidos desde el sábado 11 de junio, luego que su padre los dejó solos mientras iba a comprar alimentos a la comunidad de La Laguna de El Paraíso, mismo lugar en donde los hallaron muertos el miércoles 15 del mes.
Los cadáveres de los infantes fueron encontrados en medio de unos matorrales, cerca de la casa donde vivían con su padre, y según los informes policiales, presentaban heridas de arma de fuego y supuestamente signos de abuso sexual.
🚨 #𝐔́𝐋𝐓𝐈𝐌𝐀𝐇𝐎𝐑𝐀 🚨#HoyMismo| El Llanto y los lamentos se apoderaron de familiares y amigos de los dos niños asesinados brutalmente en El Paraíso, Copán, al momento de darles cristiana sepultura. pic.twitter.com/OWf8ybyBUD
— Noticieros Hoy Mismo (@HoyMismoTSI) June 17, 2022
El papá de las víctimas, Pablo Orellana, no dejó de culparse por haber dejado solos a sus criaturas mientras reclamaba sus cuerpos en la morgue judicial de San Pedro Sula, Cortés (norte), el jueves 16 de junio.
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Consternación
Muy conmovido, Orellana manifestó que cuidó de sus hijos desde que eran pequeños luego de la separación con la madre de los niños.
A su vez, indicó que no se puede imaginar quién o quiénes asesinaron a Hilda y Misael, ya que no tenía enemigos. A su vez, aseguró que habían unos muchachos que a veces le decían "suegro" porque quizá pretendían a la hija que fue asesinada, por lo que presume que ella no les hizo caso, pero no podría decir que esas personas la hayan matado.
Las autoridades hondureñas investigan el crimen de los hermanitos, al tiempo de indagar si hay relación con el asesinato de dos hombres en El Paraíso, Copán.
Los cadáveres de los hombres que presuntamente serían los responsables de matar a Hilda y Misael, aparecieron en una aldea supuestamente con signos de tortura. Se desconoce su identidad.
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